Conocimiento basado en la prueba

"Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron."
Juan 20:29

El sistema de educación en el que nos hemos formado es uno basado en el método científico, en la prueba. Según, el texto bíblico que nos compete, me atrevo a decir, que el Señor le da la bienvenida a los incrédulos. El mismo está basado en la reacción de Tomás ante el anuncio del resto de los discípulos que habían sido visitados por Jesús, ya resucitado.

Es por eso, que antes de entrar en los detalles del relato, debemos recordar algunos eventos que alimentan a este. Pensemos por un momento, en la entrada triunfal de Jesús, según el testimonio lucano sus discípulos estaban adorando a Dios y vitoreaban: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Esos mismos, se sentaron a la mesa, en aquel último compartir con el maestro, y fueron incapaces de identificar a aquel que habría de entregar a Jesús ante las autoridades y silentes ante la injusticia perpretada. Luego, el día de la crucifixión ninguno de los discípulos salió en su defensa, al contrario, vemos en el caso de Pedro como le niega en tres ocasiones. Teniendo esto como panorama, el evento que se nos relata en esta porción es uno que no podemos interpretalo de manera ajena a lo antes expresado.

En este relato, todos los discípulos estaban escondidos, con puertas cerradas, para que las autoridades no les identificaran ni les relacionaran con Jesús. Esa coyuntura, el Señor la aprovecha para presentarse ante ellos y saludarle diciendo: "Paz a vosotros". Es decir, espero que estén satisfechos y que tengan plenitud de vida necesaria para enfrentar lo cotidiano. La  reflexión nuestra debería ser, ¿cómo los discípulos podrían experimentar la vida si están con las puertas cerradas? Por tal razón, Jesús les evidencia con las marcas de su cuerpo que él es y les vuelve a repetir: "Paz a vosotros". Interesantemente, el único discípulo que no había estado presente en dicha aparición fue Tomás. A él le relatan lo sucedido con Jesús, y lo que sería la reacción natural, dudó, pero esa duda lo que deseaba era conocer y tener la misma evidencia que ellos habían experimentado. Cuando pasados ocho día se aparece Jesús nuevamente y Tomás estaba les saluda: "Paz a vosotros" y a paso seguido le muestra la evidencia al incédulo. Jesús le da la bienvenida a la incredulidad y nos exhorta a que seamos capaces de actuar con pruebas. Nosotros somos producto de los que hemos creído, sin haber visto. Pero lo que hemos visto nos ha llegado por la prueba de la Palabra, allí está nuestro conocimiento (Jn. 20:30-31). Amén