¿Y quién es mi prójimo?

"Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?" - Lucas 10:29

En el campo de las ciencias sociales se nos enseña a definir al Otro. No pretendo entrar en lenguaje rebuscado y mucho menos en ofrecer un discurso filosófico sobre el Otro, simplemente, deseaba plantear que hay campos del saber humano que estudian al Otro, ese Otro en labios de Jesús es nuestro prójimo. Sin embargo, las implicaciones que para Jesús tenía la definición del Otro iban más allá de la cosmovisión y socialización judaica de su tiempo. Veamos... La sociedad judaica estaba dividida en diferentes estratas sociales. Al tope de la sociedad se encontraban los de mayor jerarquía. Estos eran: los sacerdotes, los fariseos, los levitas, los hombres, etc. Ellos representaban entre un 5 a 10 % de la sociedad. Con esto deseo resaltar, que el otro 90 a 95% de la sociedad estaba compuesto por: mujeres, niños, enfermos, endemoniados, galileos, samaritanos, entre otros. Esto debemos tomarlo en consideración al momento de leer e interpretar este texto conocido como "La Parábola del Buen Samaritano".

De dicho relato podemos resaltar varios puntos fundamentales. En primer lugar, Jesús está teniendo una conversación con un interprete de la Ley (un abogado) y utilizando sagazmente la retórica lleva al abogado a pronunciar el mandamiento más importante enseñado en la sinagoga. "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo." (Lc. 10:27) En términos generales, Jesús ha sacado de labios de este abogado que para heredar la vida eterna, hay que comprender la ley del amor de Dios y como corresponder a ese amor dirigiéndolo hacia el prójimo. Por eso, utilizando esa sencilla, pero profunda enseñanza, Jesús toma como ejemplos algunos elementos socialmente conocidos para este abogado de la Ley judaica, entienda el amor a raíz de la segunda pregunta que el abogado realiza: ¿y quién es mi prójimo? Para ello, la parábola...

(1) En la escena aparece un ladrón que despoja al caminante (posiblemente judío) de todo y actúa hacia él con violencia. (2) Tenemos al sacerdote y al levita, ambos integrantes y participantes de la alta esfera social judia que pasan por al lado de la persona herida y se hacen de la vista larga, por razones religiosas y rudimentos legales. (3) Se cruza en el camino de aquella persona un samaritano, quien le extiende la mano y en gran manera. Varios asuntos que debemos considerar... Los samaritanos y los judíos no se relacionaban, por lo cual se consideraba que eran enemigos. Esto quiere decir, que quien ayudo al "judío" que yacía en el suelo era su enemigo. Por otra parte, no solo le curo, sino que le llevó a un lugar para que le cuidaran y se hizo responsable de todos los gastos. En otras palabras, el samaritano tuvo misericordia de aquel hombre. De hecho, la palabra misericordia, en el griego quiere decir: entrega de corazón.

Hoy estamos nuevamente convocados y llamados por el Señor a entregarnos de corazón hacia el Otro, hacia nuestro prójimo. Permítanos Él poder corresponderle diariamente con nuestras vidas y adorarle mientras nos entregamos a Él y a los demás. Amén.