Confesando nuestra fe histórica

"El conocimiento de la naturaleza revela que hay un Dios con autoridad y poder soberano sobre todos. Dios es bueno y hace bien a todos; por tanto, Dios debe ser temido, amado, alabado, invocado, creído y servido de todo corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas. Pero la manera aceptable de adorar al Dios verdadero la establece Dios mismo y, por tanto, está limitada por su propia voluntad revelada; así que, no puede adorársele de acuerdo con imaginaciones o invenciones humanas o sugerencias de Satanás, valiéndose de representaciones visibles, ni mediante algún otro recurso no establecido en la Sagrada Escritura."
Confesión de fe de Westminster 6.112