Confesando nuestra fe histórica

"La iglesia responde al mensaje de la reconciliación en alabanza y oración. en esta respuesta se compromete de nuevo a su misión, experimenta una profundización de la fe y la obediencia, y da testimonio abierto del evangelio. La adoración a Dios es el reconocimiento del Creador por parte de la creación. La confesión del pecado es la admisión de culpabilidad de todos los seres humanos ante Dios y de la necesidad de recibir su perdón. La acción de gracias es el regocijo en la bondad de Dios hacia todos los seres humanos y en ofrendar para las necesidades de otros. Las peticiones e intercesiones se dirigen a Dios para la continuación de su bondad, la curación de los males de la humanidad, y su liberación de toda forma de opresión. Las artes, especialmente la música y la arquitectura, contribuyen a la alabanza y oración de una congregación cristiana cuando ayudan a los seres humanos a mirar más allá de ellos mismos hacia Dios y hacia el mundo que es objeto del amor de Dios."
La Confesión de 1967, 9.50