Será posible acercarnos

Texto bíblico: Mateo 4:12-17

Se cuenta la historia de un soldado que estando en el campo de batalla ve como otro compañero ha quedado mal herido. Al percatarse de la situación regresa a la zona segura para contarle al general del pelotón que uno de sus compañeros había sido herido de gravedad. El general exhortó al soldado que no regresara al campo de batalla, ya que su compañero debía estar moribundo y si regresaba podrían herirle a él también. El soldado no le hizo caso al general y regresó al campo de batalla, ya que tenía como propósito reencontrarse con su compañero. Tal y como le dijo el general, el soldado fue herido también. Al regresar a la zona segura, el soldado llevaba sobre sus hombros a su compañero, ya muerto, y se presenta al general. Allí le muestra las heridas que causaron su regreso al campo de batalla, el general le dice: "Te lo dije". A lo que el soldado le responde: "Usted me lo dijo, pero sabe cual fue la reacción de este compañero cuando me vió que regresé. Me dijo: "Sabía que vendrías.""

"Arrepentíos, el reino de los cielos se ha acercado" (Mt.4:17). Ese versículo que nos atañe estudiar hoy es uno de mucha profundidad teológica y práctica. (1) Estas mismas palabras habían sido utilizadas previamente por Juan el Bautista (Mt. 3:2), en clara alusión al que habría de comenzar su ministerio público y transformador, Jesús de Nazaret. (2) La palabra "arrepentíos" tiene una connotación en el griego muy distinta a lo que nosotros entendemos por arrepentirse. Esta palabra nos exhorta a un cambio de dirección, a una nueva manera de hacer las cosas, a un cambio en  el estilo de vida, etc. Es decir, arrepentirse puede relacionarse con cambio. (3) Al Jesús hacer referencia a que "reino de los cielos se ha acercado", está manifestando que la predica pasada con la expectativa futura de Juan el Bautista en Su persona ahora era una realidad, el reino de los cielos está presente.

Hoy como Iglesia estamos llamados a afirmar que al igual que Juan el Bautista somos llamados a ejercer una función evangelística y profética en nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Esa labor tiene que venir acompañada de una vida dispuesta a dar testimonio del cambio que Dios ha operado en nuestra vida por medio de su Espíritu Santo. Finalmente, lo que hemos creído por fe tiene que se motivo para acercarnos a otros en gratitud al Señor. Quizás al igual que el soldado mal herido, escuchemos las palabras de otros que digan: gracias por acercarte. Mis amados hermanos, ¿será posible acercarnos? Si Dios se acercó, entonces estamos nosotros llamados a acercarnos a otros. Que así nos ayude Él.