Confesando nuestra fe histórica

"Dios, en su propósito eterno, tuvo a bien escoger y ordenar a su Hijo Unigénito, el Señor Jesucristo, para ser el Mediador entre Dios y el ser humano, el profeta, sacerdote, y rey; cabeza y salvador de su Iglesia, el heredero de todo y juez del mundo. Desde la eternidad, Dios le entregó un pueblo para que fuese su simiente y a su tiempo ser por él redimido, llamado, justificado, santificado y glorificado."
Confesión de fe de Westminster 6.043