Confesando nuestra fe histórica

P. 86 Puesto que somos redimidos de nuestros pecados y sus despreciables consecuencias por gracia, a través de Cristo sin mérito propio alguno, ¿por qué debemos hacer obras buenas?
R. Porque así como Cristo nos ha redimido con su sangre, Él también nos renueva por su Santo Espíritu conforme a su propia imagen, de modo que con toda nuestra vida podamos mostrarnos agradecidos a Dios por su bondad, para que Él sea glorificado por medio nuestro; y más aún, de modo que nosotros mismos por sus frutos, estemos seguros de nuestra fe y por nuestra reverente conducta, podamos ganar nuestros vecinos para Cristo.
El Catecismo de Heidelberg 4.086