Una ley demandante

Texto bíblico: Mateo 5:38-48

Se cuenta la historia de un matrimonio que la semana la despedían cenando los viernes en un restaurante. Uno de esos días, el esposo le dice a la esposa: “Cariño, ¿quisieras pasar un fin de semana espectacular?” La esposa con ilusión le responde: “Si, mi amor.” El esposo entonces le contesta: “Que te parece si nos volvemos a ver el lunes próximo”. Algunos dirán, si las cosas fueran así, ¿verdad?

Hoy, hemos vuelto a retomar el boletín “EBENEZER”, esta vez en una versión “EXPRESS”. Para nosotros, la Iglesia Presbiteriana en Caparra Terrace, la palabra Ebenezer tiene un significado muy especial. Fue el momento de aquella primera piedra, que junto a ella, estaban los deseos y el compromiso de hombres y mujeres que nos antecedieron y muchos de ellos ya disfrutan de las mansiones celestiales. EBENEZER, hasta aquí nos ha ayudado Dios. Para nosotros, hoy, debe seguir siendo el llamado perenne que Dios hace a nuestras vidas para que miremos con deseos de continuar trabajando en su viña y afirmar nuestro compromiso hacia la obra que Él ha puesto en nuestras manos. Él promete que nos ayudará.

Nada tan lejos de la nueva enseñanza que Jesús está impartiendo a sus discípulos. Un nuevo paradigma en la praxis de la vida cotidiana. Una forma distinta de hacer la introspección antes de ejecutar cualquier conducta hacia el prójimo. La nueva ley que Jesús comparte con sus discípulos es una demandante, ya que no es fácil de seguir y de cumplir. Máxime en una sociedad donde la venganza y el revanchismo era la orden del día. Jesús exhorta a sus discípulos a que marquen la diferencia. La ley es demandante, por lo cual, estamos llamados a dar cara y testimonio de Cristo. No busquemos excusas para escapar como el esposo y la esposa del cuento. Al final de todo habremos de decir: “EBENEZER”, mientras intentamos hacer la voluntad de Él. Amén.