Texto bíblico: Mateo 14:13-21
Se acercan las Navidades y con ellas las parrandas. Como es nuestra tradición, cada parranda concluye con un buen sopón. Sin embargo, si los anfitriones se prepararon para menos cantidad de personas, siempre se dice: "échale más agua para que dé para todo el mundo." Nuestra identidad cultural se caracteriza en que cuando invitamos a otros a comer, preferimos que sobre comida, en vez de que falte.
El relato de hoy es uno muy conocido por nosotros y está ligado al aspecto del milagro de la multiplicación. ¡Veamos! La historia de la multiplicación de los panes y los peces, es afirmada por los eruditos bíblicos como un evento que verdaderamente aconteció. La razón para ello es porque aparece testimoniada en los cuatro evangelios. La maginitud de lo sucedido aquí, estuvo estrechamente ligado a varios eventos alrededor del ministerio público de Jesús. Recordaremos que Jesús recién ha culminado el sermón del monte y la enseñanza a sus discípulos en parábolas. Ahora se añade que Herodes ha asesinado a Juan el Bautista. Es decir, lo extenuante de la faena ministerial de Jesús y la noticia del asesinato de Juan el Bautista se entrelazan para mover a Jesús hacia el desierto. Pero, Dios tenía otros planes para los discípulos.
Mientras Jesús caminaba hacia el desierto, la multitud le siguió, provocando que se detuviera y sanara a los enfermos. Los discípulos le exhortan a que despida a la multitud y procuren ellos suplir a sus propias necesidades. A esto, Jesús invita a los discípulos a poner en acción lo aprendido, lo escuchado. Ante la falta de compromiso con atender las necesidades de la gente, Jesús toma lo que ellos tenían, cinco panes y dos peces. Luego de bendecir lo que le fue entregado, ocurre el milagro de la multiplicación. A tal punto que todos se saciaron y sobraron doce cestas llenas.
El llamado sigue latente, el Señor nos invita a que compartamos con otros el mensaje recibido. Nunca faltarán oportunidades para hacerlo, al contrario, tendremos oportunidades de más. Porque pa' que falte, que sobre. Amén.