De menos a más

Texto bíblico: Mateo 13:31-32

¿Cuántos de nosotros hemos armado un mueble? ¿Seguimos las instrucciones? ¿Lo armamos solo o con ayudante? ¿Por qué? Parace ser que por algún motivo cultural nos cuesta seguir las instrucciones o planificar mejor las cosas que son complicadas a simple vista.

Jesús recién ha iniciado su ministerio público y las primeras parábolas que comparte con sus discípulos están relacionadas con la tierra: la Paráboloa del Sembrador, la Parábola del Trigo y la Cizaña y la Parábola de la Semilla de Mostaza, que nos compete hoy. De estas tres parábolas la única que Jesús no interpreta es la última, ¿por qué? Quizás porque sus palabras eran fáciles de comprender. El peregrinaje que los discípulos emprendían con él sería un proceso de menos a más.

En esta parábola Jesús utiliza la imagen de la semilla de mostaza para hablar del reino de Dios. Era de todos conocido que esa semilla era la más pequeña en aquel entonces. Pero también se sabían cuales eran las capacidades que tenía aquella semilla para el bienestar de la gente. La mostaza tiene capacidades no solo alimenticias sino también medicinales. Por lo tanto, tiene la capacidad de brindar mejor calidad de vida (Juna 10:10b). Teniendo eso en cuenta, Jesús plantea que esa semilla de mostaza fue tomada y sembrada, dándonos a entender que la tierra tenía todas las condiciones a su favor para recibir una nueva semilla. sin embargo, el que siembra conoce que tomará tiempo, que los resultados nos serán inmediatos, que hay que aprender a esperar. Aquella semilla se convirtió en un árbol, que además de su fruto, sirvió de refugio para que las aves hicieran sus nidos.

Nosotros como Iglesia estamos llamados a que la semilla sembrada en nosotros rinda frutos. Teniendo como propósito que otros puedan llegar y hacer nido entre nosotros. Así seremos testigos de cómo el reino de Dios sigue creciendo de menos a más. Amén.