Este es el resumen del sermón ofrecido por nuestro Pastor, el Rvdo. Adolfo Santana Cordero, el domingo, 14 de junio de 2015.
Texto bíblico: Marcos 4:30-32
Escuchar a nuestro hermano Víctor Meléndez interpretar el piano cada domingo debe ser motivo de gratitud a Dios por todos nosotros. Sin embargo, hoy tomó una dimensión más especial al interpretarnos el himno: "Cuán dulcemente Jesús hoy nos llama". Ese himno tiene una historia muy enriquecedora y donde su autor no pudo completarlo debido a su mortal enfermedad. El pastor que le acompañó en su lecho de muerte tuvo como asignación terminar ese hermoso himno.
La parábola de este pasaje y el himno que escuchamos, me llevó a reflexionar sobre la gama de aves que hay en el campo y como ellas podrían hallar espacio en el mismo arbusto de mostaza, el cual simboliza el reino de Dios. Las aves del campo no son iguales, no cantan igual, no comen lo mismo, no tienen las mismas rutinas. Aún así, tienen algo en común, todas son aves. A través de esta parábola Jesús invita a sus discípulos y seguidores a que no se desenfoquen y a que entiendan que el reino de Dios brinda espacio entre sus ramas para que las aves, que venimos a ser usted y yo, encontremos espacio donde anidar. La manifestación del reino de Dios solamente puede ser comprensible y vivida en la medida en la que nosotros, la Iglesia, dejamos de interpretarnos como ramitas y empezamos a mirarnos más como ramas. En las ramitas hay limitación de espacio y disponibilidad, mientras que en las ramas hay posibilidades mayores de que otros se alleguen y disfruten del reino de Dios y su sombra protectora. Que el Señor nos permita ser ramas en vez de ramitas. Amén.