¡Qué bueno es!

Este es el resumen del sermón ofrecido por nuestro Pastor, el Rvdo. Adolfo Santana Cordero, el domingo, 20 de septiembre de 2015.

Texto bíblico: Marcos 9:33-37

Un comentarista deportivo de nuestro país tiene por costumbre utilizar la frase: "¡Qué bueno es!" Usualmente, la usa cuando en medio del juego un jugador se está destacando más que todos los demás. Esta frase la podemos, muy bien, comparar con este relato bíblico.

El pasaje de hoy nos muestra otro diálogo diáfano de Jesús con sus discípulos. Es decir, al momento de Jesús llegar a la casa donde estaban reunidos los discípulos les pregunta: "¿que discuten?" Interesantemente, los discípulos mantienen silencio, ya que habían estado discutiendo entre sí quién habría de ser el mayor entre ellos. Me parece que la dificultad de comprensión de los discípulos acerca de la encomienda que Jesús les había dado, no había sido entendida. Lo que sí, no podemos dudar, es la facilidad con la que nuestro deseo humano, como sucedió con los discípulos, busca el reconocimiento de otros.

Por otro lado, ante la imposibilidad de los discípulos de poder salir de su tema de discusión, Jesús ejemplifica su enseñanza utilizando la imagen de un niño. Les dice: "El que reciba en mi nombre a un niño como éste, me recibe a mí; y el que a mí me recibe, no me recibe a mí sino al que me envió. (v.37)" Pidámosle a Dios que nos permita entender y vivir estas palabras, porque: "¡Qué bueno es!", servirle desinteresadamente. Así nos ayude Él. Amén.