Hace unos cuantos años atrás, siendo adolescente, tuve la oportunidad de escuchar un sermón en labios del Rvdo. Dr. José R. Colón Rodríguez en la Iglesia Presbiteriana La Marina en Mayagüez. En aquella oportunidad, utilizó como ejemplo la letra de un cántico muy conocido para ilustrarnos lo distante que estaba de la verdad en cuanto al testimonio ministerial de Jesús. El cántico dice:
Jesús está pasando por aquí,
Jesús está pasando por aquí,
y cuando el pasa todo se transforma
se va la tristeza, llega la alegría...
¿Saben algo? En el texto que tenemos delante de nosotros hoy, no TODOS los enfermos y endemoniados fueron liberados ni transformados, y Jesús estaba allí. Ciertamente la realidad física, emocional y espiritual de muchos cambió, pero no la de TODOS. Los exégetas se han percatado de la exageración del evangelista y entienden que pretendía resaltar que la cantidad de personas era grande y sus necesidades también. Creo que la enseñanza de este pasaje bíblico, nos lleva a concluir que no TODO el tiempo Jesús aunque esté con nosotros, atiende a TODO lo que nosotros entendemos que debe ser suplido. Recordemos que siempre se cumplirá en ti y en mí su voluntad, la cual es agradable y perfecta. Si estás sano en su nombre, hay otros que no, sigamos compartiendo entonces la buena nueva del evangelio.