Tranquilo y Confía en Dios

Texto bíblico: Juan 10:10

Comparto con ustedes la siguiente ilustración. Cuando yo era pequeño, mi mamá solía coser mucho. Yo me sentaba a sus pies y la observaba mientras ella bordaba. Al observar lo que hacía, desde una posición más baja, siempre le decía que lo que estaba haciendo me parecía muy raro y complicado. Ella me sonreía, me miraba y gentilmente me decía: "Hijo, ve afuera a jugar un rato y cuando haya terminado mi bordado, te pondré sobre mi regazo y te dejaré verlo desde mi posición". Yo no entendía por qué ella usaba algunos hilos de colores oscuros y por qué me parecían tan desordenados, pero unos minutos más tarde mi mamá me llamaba y me decía: "Hijo, ven y siéntate en mi regazo."

Al hacerlo, yo me sorprendía y emocionaba al ver la hermosa flor o el bello atardecer en el bordado. No podía creerlo; desde abajo no se veía nada, todo era confuso. Entonces mi madre me decía: "Lo ves, hijo mío, desde abajo todo lo veías confuso y desordenado y no te dabas cuenta de que arriba había un orden y un diseño. Cuando lo miras desde mi posición, sabes lo que estoy haciendo.”

Muchas veces a lo largo de los años podemos mirar al cielo y mantener una conversación como ésta con Dios. Padre, ¿qué estás haciendo?, no entiendo nada. Querido hijo, estoy bordando tu vida. Pero se ve todo tan confuso y desordenado, los hilos parecen tan liados. Hijo, ocúpate de tu trabajo y no quieras hacer el mío. Vive tranquilo y confía en mí