Confesando nuestra fe histórica

"¿Cómo sabemos que las Escrituras son la Palabra de Dios? Las Escrituras manifiestan en sí mismas ser la Palabra de Dios, por su majestad y pureza; por el consentimiento de todas sus partes, y el fin que se proponen en su totalidad, el cual es dar toda gloria a Dios; por su luz y poder para convencer y convertir a los pecadores, para consolar y edificar a los creyentes para la salvación. Pero el Espíritu de Dios, dando testimonio con las ellas en el corazón del ser humano, es el único que puede persuadirlo de que son la verdadera palabra de Dios."
El Catecismo Mayor, 7.114