Confesando nuestra fe histórica

"Igualmente creemos y enseñamos que el mismo inmenso, uno e indivisible Dios, es en persona inseparablemente y sin confusión, reconocido como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, de tal manera que el Padre ha engendrado al Hijo desde la eternidad, el Hijo es engendrado por medio de una generación inefable, y el Espíritu Santo procede, verdaderamente, de ambos desde la eternidad, y ha de ser adorador igualmente con ambos."
La Segunda Confesión Helvética 5.016