Confesando nuestra fe histórica

LA FE EFICAZ Y ACTIVA. El mismo apóstol llama a la fe eficaz y activa a la "fe que obra por el amor" (Ga. 5:6). Además, esa fe tranquiliza la conciencia y abre un libre acceso a Dios, de modo que podemos acercarnos confiadamente a Él y podemos obtener de Él lo que es útil y necesario. La misma fe nos conserva en el servicio que debemos a Dios y a nuestro prójimo, fortalece nuestra paciencia en la adversidad, adapta y produce una confesión genuina y, en una palabra emite buen fruto de todas clases, y buenas obras.
La Segunda Confesión Helvética 5.114