Las dos alas de un pájaro

Lectura bíblica: Lucas 16:1-13

Históricamente se ha relacionado a Cuba y a Puerto Rico con momentos y realidades sociales, además de intercambiar recursos, por se les llama: "Las dos alas de un pájaro o de un pájaro las dos alas". Me parece que el texto en cuestión nos lleva a reflexionar en el balance que Jesús tenía en el discurso de su ministerio público. En el capítulo 15:1-2 nos presenta como el contexto de esta seguidilla de parábolas, que Jesús está hablando a los publicanos y pecadores, mietras los fariseos y escribas murmuraban. Es decir, algunas parábolas iban dirigidas a los publicanos y pecadores, y otras iban dirigidas a los fariseos y publicanos. El caso de esta parábola podemos afirmar que va dirigida a los fariseos y escribas.

Esta parabola conocida como: "el mayordomo infiel", nos presenta a un hombre rico que descansa sus bienes en un mayordomo, según la costumbre judía. Algunos asuntos que debemos considerar cuando pensamos en un mayordomo. (1) Nada de lo que administra le pertenece. (2) El mayordomo no escogió su trabajo a él lo escogieron para hacer el trabajo. (3) Tenía que existir confianza entre el amo y el mayordomo. Por lo tanto, cuando vemos lo que ocurrió en la parábola, este mayordomo transgredió cada uno de los puntos compartidos anteriormente. Así que, cuando el amo le confronta, lo que se le ocurre es hacer trampa (corrupción). Él sabía que el empleo con este amo estaba cerca de perderlo, por lo que acude a la condonación de las deudas de aquellos que deben cantidades sustanciales a su amo. Sin embargo, el amo no recrimina la conducta del mayordomo, al contrario, le dice que ha actuado "sagazmente".

Ante la realidad de un amo y un mayordomo llenos de corrupción, Jesús exhorta a la fidelidad, la honradez (ética) y a la confianza en Dios. Se cuenta la historia de un limosnero que en la puerta de la Iglesia una mañana recibe un billete de $100, creyendo que la persona que le entregó el billete se había equivocado salió caminando detrás de la persona y le dice: "Oiga, tome, esto es suyo". La persona se sonríe con el limosnero y le devuelve el billete de $100 junto con otro billete adicional de $100 y le pregunta: "¿En qué casa habita la honradez?" Loable esta ilustración para resaltar lo que Jesús ha enseñado en esta parábola. Además, de esto, exhorta que no podemos servir a dos señores, o servimos a Dios o a las riquezas. 

Las dos alas de un pájaro, nos llevan a luchar diariamente con la realidad de las necesidades diarias y sus respectivas luchas y hacer de las mismas no solo el centro de nuestras sino nuestra prioridad máxima. Aunque en sí misma la riqueza no es mala, el problema reside en el lugar que ocupa en nuestras vidas. Para nosotros los creyentes, Dios ocupa el primado en todo lo que hacemos. Permítanos Él, que dirigidos por su Santo Espíritu podamos corresponderle con vidas de servicio pleno. Amén.