martes, 18 de febrero de 2014

Confesando nuestra fe histórica

"El voto no debe hacerse a criatura alguna sino sólo a Dios. Para que sea aceptable a Dios ha de hacerse voluntariamente, por fe y con plena conciencia del deber, en señal de gratitud por las mercedes recibidas, o para conseguir lo que deseamos; por lo que quedamos comprometidos a un cumplimiento más estricto de todos los deberes necesarios y de todo aquello que propiamente nos guíe a cumplirlos."
Confesión de fe de Westminster 6.125