¿Quién es Él?

Texto bíblico: Juan 10:1-10

El pasado domingo, Día de las Madres, fue uno de esos días especiales donde la identidad de la madre y mujer puertorriqueña se resalta a los sumo. Es uno de los momentos más esperados para el gran junte de un lado y del otro y reencontrarse como familia y decir a esa mujer y madre cuánto se le aprecia. Ojalá y separemos más oportunidades como esta para corresponderles a nuestras madres con las expresiones de afecto y amor que, usualmente, separamos solo para este día.

Juan, el evangelista, en este capítulo 10 pretende seguir abonando a la identidad del Hijo de Dios, Jesús, como la expresión viviente del "Yo soy". En esta perícopa lo hace el escritor en dos instancias. En la primera, hay un énfasis en Jesús como el pastor de las ovejas, y luego, se resalta como la puerta. Veamos la enseñanza del escritor y lo que desea que sepamos y afirmemos de Jesús.

Los fariseos, o estudiosos de la Ley, tenían un papel protagónico en la vida pública, social y religiosa de la sociedad, por eso en varias instancias Jesús arremete contra ellos. De hecho, no nos debe extrañar que la primera expresión del escritor aquí sea en referencia a jesús como el Pastor de las ovejas, porque para el lector está clara la función de un pastor y las ovejas. El pastor dirigía y guiaba el rebaño, un rebaño compuesto por ovejas que por naturaleza se desviaban o distraían por cualquier cosa y carecían de una buena visión. Por ello, la función del Hijo de Dios, brindar dirección al Padre, de la que se han alejado los fariseos con sus enseñanzas. Por otro lado, los establos en los cuales quedaban resguardadas las ovejas, comúnmente, tenían una gran puerta. Ahora Jesús está diciendo: "Yo soy la puerta", es decir, el que accede a mí, tiene la garantía de la seguridad plena y de que nada le podrá hacer daño porque el que está en la puerta es el mismo que también es el Pastor de las ovejas. Ante estas verdades y frente al gran Yo Soy, lo que nos resta es afirmar que en Él tenemos salvación, seguridad y paz eterna. Amén.