"No se trata de pintura y capota"

Resumen del sermón ofrecido por nuestro Pastor, el Rvdo. Adolfo Santana Cordero, el domingo, 2 de noviembre de 2014. 

Texto bíblico: Mateo 23:1-12

Hay algunas frases puertorriqueñas que describen nuestro cotidiano de una manera muy pintoresca. Por ejemplo, "ese es pintura y capota nada más" (clara referencia al que dice mucho y hace poco), "tienes el techo de cristal" (cuando una persona se pasa exigiendo o criticando a otro y no tiene credibilidad para exigir o hablar sobre algo); y "estás escupiendo para arriba" (persona que señala los defectos de otro y el tiene los mismos o peores). Podríamos continuar compartiendo otras frases, pero estas tres tiene que ver mucho con la población a la que Jesús hace referencia (escribas y fariseos) en este nuevo diálogo con sus seguidores y discípulos.

Recordaremos que los escribas y fariseos eran los que custodiaban y estaban encargados de la administración de la Ley de Moisés. Antes esa realidad, no debe extrañarnos el comentario de Jesús de que ellos estaban "sentados en la cátedra de Moisés". Esta alusión es claramente un intento de resaltar lo pretenciosos que eran los escribas y fariseos frente al pueblo. Eran capaces de creerse más que los demás, exigir más de lo que daban y poner cargas sobre otros que ellos mismos no podían cumplir. Para eso, utilizaban como excusa la Ley de Moisés. También, eran muy dados a la apariencia, de ahí las filacterias. Las mismas eran dos cajas de cuero, una colocada en la frente y que baja con una correa hasta otra caja en la mano. En las cajas, según fuese el compromiso de seguir y cumplir la Ley, se colocaban varios textos bíblicos (Ex. 13:1-10, 11-16; Dt. 6:4-9; 11:13-21). Finalmente, les fascinaba que les reconocieran como "Rabí" o Maestro. es decir, como eruditos de la Ley.

Los seguidores y discípulos de Jesús están siendo advertidos de lo que tendrán que enfrentar y a lo que estarán expuestos. Esto es una invitación contundente de Jesús a que ellos, como sus seguidores, no se comporten como aquellos que son "pintura y capota". La vida cristiana no se trata de eso, sino que es el intento continuo y constante de cada creyente de glorificar a Dios en todo y para todo. Que así nos ayude Él.