¿Qué vamos a guardar?

Resumen basado en el sermón predicado por nuestro Pastor, Rvdo. Adolfo Santana Cordero el domingo, 4 de enero de 2015.

Texto bíblico: Lucas 2:41-52

Algunos tenemos por costumbre, que al iniciar un nuevo año decidimos, sobre las cosas que vamos a guardar y las cosas que vamos a botar o regalar. Esto lo hacemos como el cántico dice: "un año que viene y otro que se va." Hay cosas que vienen y se quedan y otras que estaban y se tienen que ir.

El texto que estaremos atendiendo hoy tiene continuidad con el pasaje de la semana pasada. Jesús nuevamente es llevado al templo, pero ahora en la etapa de adolescente donde le correspondía iniciar su formación religiosa y de convivencia social. Sus padres hacen el viaje en plena celebración de la Pascia, lo cual nos permite pensar que el escritor tiene un interés especial en ligar al Jesús con ella. La Pascua judía es un momento muy singular donde se celebra la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto. Además, de la protección del pueblo de las plagas que sufrieron los egipcios, mientras los hogares hebreos donde el dintel de las puertas estuviera pintado con sangre de Cordero no sería tocado. También, era la oportunidad de celebrar la manera milagrosa en la que Dios les alimentó en medio del desierto. En síntesis, la Pascua es la celebración de la redención e intervención divina. Así que, teniendo tal conmemoración a flor de piel, Jesús es llevado al templo y hace preguntas a los maestros de la Ley. Sus padres siguen su ruta y luego de un tiempo de camino se percatan que Jesús no está. ¿Negligencia? ¿Desobediencia? Ninguna de las anteriores. Dios había trazado un plan con su Hijo y era necesario que aconteciera así, para que María pudiese guardar esa experiencia en su corazón.

La pregunta para nosotros es, ¿qué vamos a guardar en nuestro corazón? ¿Odio, rencor, rencillas, envidia, falta de perdón, etc.? El Señor nos invita a que aprovechemos las experiencias vividas y veamos en ellas la providencia de Dios. Aprendamos a guardar en el corazón lo que honra y exhalta a Dios, lo demás pidámosle que nos ayude a eliminarlo del camino. Amén.