Ruta del amor

Este es el resumen del sermón predicado por nuestro Pastor, el Rvdo. Adolfo Santana Cordero, el domingo, 29 de marzo de 2015.

Texto bíblico: Marcos 11:1-11

Cuéntase la siguiente historia: "Un padre de familia le obsequió a su hija un nuevo auto recién fabricado en la compañía que él trabajaba como ingeniero. La hija se mostró muy contenta con el regalo de su padre y lo invitó a dar una vuelta. Era un carro deportivo, último modelo. La joven había tenido varios percances previamente con otros vehículos y algunos accidentes. Su padre lo sabía, así que al montarse en el carro, se sujetó asustado al asiento y se puso muy bien el cinturón, estaba algo tenso. La hija le dice: "Papi, sé que te mueres por manejar, pero no se te olvide que tú me regalaste el carro. Sé que no me ha ido bien anteriormente, pero te mostraré que esta vez será diferente. Todo lo tengo bajo control." Un poco más adelante en el camino, tuvo que esquivar un bache con dificultad. Luego, al instante cayó un rayo de luz que le permitió ver a la distancia un camión que se acercaba a toda velocidad y no había espacio suficiente para los dos vehículos en la carretera. De momento, llegó la oscuridad, un fuerte aguacero arropó la carretera y la joven hacía lo posible por ver el pavimento y el camión. Ahora sí, la muchacha sentía miedo. Su padre se percata y le pregunta: "¿Estás bien?" A lo que la hija contesta: "Claro que sí. Todo lo tengo bajo control." De repente, se da cuenta que los frenos no funcionan y el camión se aproximaba hacia ellos. Entonces, la desesperación la llevó a exclamar: "¡Haz algo!" Él le dice: "Dame el control." Luego de ella luchar con su ego y cuestionarle a su padre que había sido un obsequio de él y que ella pensaba que tenía todo bajo control, accedió a entregarle el guía. El padre le dice con amor: "Olvidaste que yo inventé el carro."

En la entrada de Jesús a Jerusalén, podemos identificar la ruta del amor que el Padre trazó para nuestro beneficio eterno en su Hijo Unigénito. Al nosotros descansar en lo que Jesús hizo por nosotros, tenemos la certeza de que la ruta trazada es para siempre, porque Él está en control. Sin embargo, en ese mismo peregrinar con el Señor, Él transformará nuestras vidas para que le agrademos más. ¡Gracias, Padre Santo, por la ruta que trazaste por nosotros y hoy te vivimos agradecidos! Amén.