Testigos del Amor

Resumen del sermón ofrecido por nuestro Pastor, el Rvdo. Adolfo Santana Cordero, el domingo, 12 de abril de 2015.

Texto bíblico: Marcos 16:1-8

     Esta Semana Santa fue una especial donde, desde distintas perspectivas, nos acercamos al tema del Amor. Ustedes recordarán que el Domingo de Ramos hablábamos de la "Ruta del Amor" que Jesús enfrentaría en su entrada a Jerusalén. Luego, el Martes Santo en la invitación que recibimos de la ICDC en Puerto Nuevo, meditábamos sobre "Jesús, la cruz y yo". En ese momento, decíamos que Jesús teniendo clara su misión de amor, la cual se consumaría en la cruz, y donde nos deja a nosotros mirando hacia ella con el propósito que le respondamos. Luego, el Jueves Santo y Viernes Santo, reflexionamos sobre los temas: "Un Lavatorio por Amor y en Servicio" y "Siete Palabras de Amor", respectivamente. Todas y cada una de estas oportunidades fueron de mucho crecimiento en la Palabra y en la fe para nosotros. Sin embargo, el Domingo de Resurrección siempre guarda un sentido especial. Fue durante este día que fuimos exhortados a ser "Testigos del Amor", basado en el testimonio de la resurrección del evangelio de Marcos. A tales efectos, compartimos la siguiente historia... "Había una vez un señor que era dueño de una carnicería y, mientras hacía su trabajo, se percata que el perro del abogado del frente de su negocio se había metido y estaba consumiendo un buen pedazo de carne. Al rato el carnicero visita al abogado y le pregunta: "¿Puedo consultarle algo?" El abogado le dice: "Seguro que si." El carnicero continúa: "Si un perro se mete en mi carnicería y se devora un pedazo de carne, ¿puedo reclamarle ese pedazo al dueño del perro?" El abogado le indica que sí. Entonces el carnicero le replica: "Pues son $40.00 los que me debe." El abogado, sin poner resistencia, le entrega el dinero al carnicero. Al par de semanas, el carnicero recibe una carta del abogado que dice: "Por la consulta realizada son $100.00. Gracias por confiar en nuestro criterio como abogado."
     Espero que esta historia, al menos, haya sacado una risa de sus labios y que al mismo tiempo nos mueva a meditar. Es curioso ver, como en esta versión de Marcos, las mujeres que salen del sepulcro no dicen nada a nadie, porque es la intención del autor que el lector complete la historia. Gracias sean dadas a Dios por los otros Evangelios que nos dan testimonio de que las mujeres que llegaron al sepulcro, fueron testigos del resucitado y lo compartieron con otros y otras. Siempre que consultemos el testimonio de la resurrección puede ser que lo que se nos pida sea más de lo que esperamos. Que el Señor nos dirija a comprender y responder mejor a su Palabra. Amén.