¿Cuál es nuestro tumbao?

Éste es el resumen del sermon ofrecido por nuestro Pastor, el Rvdo. Adolfo Santana Cordero, el domingo, 16 de Agosto de 2015.

Texto bíblico: Efesios 5:15-20

     La palabra "tumbao", puede tener varias connotaciones. Una de ellas, puede referirse al que anda dando tumbos de un lado para otro porque no puede sostenerse en sus dos pies debido a los efectos de alguna sustancia. Otra connotación sería la manera y forma de caminar, que en ocasiones, nos puede llevar a mirar por encima del hombre al otro y a la otra y llegar a menospreciar. ¿Cuál es nuestro tumbao? Definitivamente, me concentraré en la segunda connotación, para resaltar cuál debería ser la manera de caminar de los creyentes.
     Quisiera contar el siguiente chiste para dar paso al tema de hoy. "En una escuelita rural, todos los alumnus llegan tarde a clase. El profesor les pregunta: "A ver Rubén, ¿por qué llegaste tarde? Rubén le contesta: "Porque cuando venía de camino, mi caballo se tropezó con una piedra y se cayó. Así que, tuve que venir caminando." Entonces, el professor sigue con Javier: "Y usted, ¿por qué llegó tarde?" Javier le contesta lo mismo que Rubén. Así sigue el profesor con cada estudiante hasta que llega el turno de Pepito. Y tu Pepito: "¿por qué llegaste tarde? Y no venga con el cuento del caballito y la piedra." Pepito le dice: "No professor. A mi me traía de camino mi papa en su carro, pero con tantos caballos tirados en el camino..."
     Este chiste nos permite afirmar que con mayor facilidad nosotros los cristianos caminamos en medio de la vida con excusas para no corresponderle a Dios de la manera que Él desea. Eso es lo que ha estado sucediendo con la Iglesia en Éfeso y el apóstol Pablo les alerta para que, no solamente, mediten en sus actos sino en la consecuencia de los mismos. Siempre hay quienes sirven de observadores de la conducta de la gente, por lo tanto, recuerde que cuando nos levantamos cada mañana hay otros mirando cual es nuestro "tumbao". Pidámosle a Dios sabiduría para que nuestro caminar junto con nuestras palabras honren y exhalten su nombre, pero sobretodo que dé buen testiminio del que nos acompaña en el camino. Que así nos ayude. Amén.