Vestimenta renovada

Éste es el resumen del sermon ofrecido por nuestro Pastor, el Rvdo. Adolfo Santana Cordero, el domingo, 23 de agosto de 2015.

Texto bíblico: Efesios 6:10-20

     Leía en estos días un comentario que dice: "al visitar tu armario diariamente, te escuchas diciendo: "no tengo nada para ponerme hoy."" De hecho, nos sirve de excusa perfecta para ir de compras y actualizar nuestro armario. ¡Qué bueno que no es así en cuanto a la vestimenta que el Señor nos ha regalado para que vistamos diariamente!
     El apóstol Pablo escribe a los efesios unas palabras no solo contundentes, sino que al mismo tiempo son retantes para la modificación del estilo de vida que llevaban. Tradicionalmente, este pasaje bíblico es resaltado por la metáfora que hay para comparar la manera en la que un cristiano debe vestirse a la luz de los retos diarios. Sin embargo, me gustaría darle un enfoque algo distinto a este pasaje. Día a día, nos levantamos, obramos y, finalmente, descansamos de las faenas que trae la vida. Lo bueno del consejo escritural es que podemos afrontar la vida con una vestimenta que se renueva de día en día. (1) Cuando afirmamos que descansamos plenamente en la fuerza y el poder que nos concede Dios (v.10: "Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza."). (2) Cuando confiamos que nada nos puede separar del amor de Dios (v.12: "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra gobernantes de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes", cf. Rom. 8:28-39). (3) Cuando medimos las palabras que salen de nuestros labios, procurando dar el testimonio pertinente como creyentes (v.19-20: "y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por lo cual soy embajador en cadenas; que denuedo hable de él, como debo hablar.")
     Piense por un momento, si al mirar al armario que Dios nos regala como creyentes, podemos decir: "no tengo nada para ponerme hoy". Pidámosle a Dios que nos ayude a cada día vestirnos de su armadura, para reflejar al mundo que Él nos envió. Amén.