Tranquilo, Bobby, Tranquilo

Este es el resumen del sermón ofrecido por nuestro Pastor, el Rvdo. Adolfo Santana Cordero, el domingo, 15 de noviembre de 2015.

Texto bíblico: Marcos 13:1-8

El cantautor dominicano, Juan Luis Guerra, hace unos años atrás logró popularizar la canción titulada: "El Niágara en bicicleta". Una parte de la canción dice:

"¡Alguien se apiade de mí!",
grité perdiendo el sentido.
Y una enfermera se acercó
 a mi oreja y me dijo:
"Tranquilo, Bobby, Tranquilo"

En estos días que nos ha tocado vivir como Iglesia, sociedad y personalmente, la frase: "Tranquilo, Bobby, Tranquilo", se convierte en la nota llena de confianza y fe. Me explico.
En el texto que nos compete estudiar hoy, hay al menos dos puntos que Jesús resalta a sus discípulos: (1) la destrucción del templo de Jerusalén; y (2) las guerras y contiendas que se habrán de tener en la vida pero que no son el fin. El primer punto mencionado, causa muchas dificultades en el grupo de discípulos debido a que la importancia que tiene el templo para ellos es muy significativa. Es allí donde se afirma la presencia de Dios y, además, que es el espacio para hacer comunidad litúrgica/ritual. Por otro lado, los aires de guerra de todo tipo resaltado por el Maestro, no es mas que una nueva señal de las aflicciones que se tienen que vivir y experimentar en medio del mundo en el cual vivimos. Todo en esta vida es pasajero.

Por lo tanto, lo que a ustedes y a mí nos quedará para la eternidad es la confianza que hemos puesto en aquel que nos dice: "no os turbéis, no ha llegado el fin." La canción "El Niágara en bicicleta" nos permite hacer un paralelo con este pasaje y afirmar que aunque tengamos dificultades podemos estar seguros que Dios no nos desampara.