El reto de ser libros abiertos

Este es el resumen del sermón ofrecido por nuestro Pastor, el Rvdo. Adolfo Santana Cordero, el domingo, 22 de noviembre de 2015.

Texto bíblico: Daniel 7:9-10, 13-14

Todos alguna vez hemos escuchado decir: "yo soy un libro abierto" o "a mí que me registren". Usualmente, estas frases son utilizadas por personas que entienden que no tienen nada que esconder o que "su techo no es de cristal". En otras palabras, nos referimos a aquellos que se creen perfectos o superiores a los demás. ¿Por qué queremos hablar de ser libros abiertos ("accountability"), según Daniel? Porque parece que es la antítesis del profeta para el pueblo que ha estado sufriendo en manos de los babilonios opresores. Veamos...

Esta visión de Daniel es sumamente interesante ya que le confiere rasgos humanos a Dios. Por medio de esta visión, el profeta, logra plasmar algunas ideas preconcebidas de Dios en su contexto y tiempo. Una de las imágenes, innegables y de fácil resaltar, era la figura de un anciano. Mencionar la palabra anciano en tiempo del profeta era representativo de sabiduría, liderato, gobierno, respeto, etc. El anciano que se presenta en este sueño: (1) es de días, (2) su cabello es blanco como la nieve y (3) sus vestiduras son blancas. Cada uno de estos detalles es símbolo de eternidad y pureza, que ningún ser humano podría asemejar y mucho menos alcanzar. Sin embargo, ese anciano de días se sentó y abrió el libro.Aunque no sabemos a que libro hace referencia, hermenéuticamente, para nosotros tiene una implicación mayor, se refiere a la Palabra de Dios. La cual ha sido abierta, por el anciano de días (Dios), el único eterno y puro.

Pidámosle a nuestro único y soberano Dios que nos permita vivir a la luz de su Palabra, el libro abierto. Para que a través de esa Palabra podamos ser confrontados con nuestra naturaleza pecadora y alcanzados por la gracia de Dios, la buena nueva de Cristo. Amén.