Atrévete

Lectura bíblica: Juan 2:1-11

Hay cosas que necesitan ser estratégicamente organizadas y otras que, sin querer, fluyen sin muchas dificultades. El domingo pasado meditábamos acerca del Bautismo de Jesús, momento en el que Juan el Bautista habiendo sido el protagonista de los bautismos previos al de Jesús, no lo es en éste. Aún así, ante su propia negativa de bautizar al Maestro se atrevió. Hoy tenemos frente a nosotros un relato que nos lleva a mirar a unos personajes que comúnmente no atendemos con importancia. Estos son: el maestresala y sus siervos. Miremos...
 
La madre de Jesús (María) y él fueron invitados a unas bodas en Caná. Como era la costumbre de la época se compartía vino con los invitados a la fiesta. María, siendo mujer, se dirije a Jesús para informarle que el vino se ha acabado. La respuesta de Jesús no se hizo esperar, respuesta que iba en una dirección totalmente opuesta a la solicitud de su madre. Jesús le dice: "todavía no ha llegado mi hora." Sin embargo, la respuesta que recibió María de su hijo no la detuvo para indicarle a los siervos que debía escuchar las instrucciones de su hijo. Me pregunto, ¿quién era María para impartirle instrucciones a los siervos? Lo curioso del asunto es que siguen la instrucción de María y prestan atención a Jesús. Lo cual vendría a ser el segundo momento donde dejan de seguir la voz del encargado de la fiesta.
 
Los siervos al acercarse al maestresala después de haber llenado de agua las tinajas, conforme a la instrucción impartida por Jesús, llevan al maestresala para que pruebe. No perdamos de perspectiva que las tinajas fueron el instrumento que se utilizado por los invitados para limpiar las impurezas y el que Jesús utiliza para compartir su mensaje de redención y salvación. Lo hizo con su madre, lo hizo con sus siervos, lo hizo con el maestresala y sus discípulos. De hecho, fue por el don que puso Dios en los siervos de atreverse a oir las palabras de María y luego la instrucción del Maestro que obró un milagro en aquella boda. Dios sigue obrando, ¡atrévete!