Texto bíblico: Lucas 8:26-39
Esta fue la misma pregunta que se escuchó hacerle Jesús a su madre cuando ésta quería que buscara más vino para la fiesta de bodas en Caná (Juan 2:1-11). Sin embargo, en el relato que hemos escogido hoy tiene una implicación muy distinta. De hecho, este texto marcará un inicio entre nosotros donde nos saldremos de las lecturas habituales del leccionario para meditar en otras porciones de la Escritura durante este año.
En el caso de esta porción, tenemos el relato de la liberación demoniaca de un hombre gadareno. La liberación se da desde varias perspectivas, veamos... Este hombre, según el relato, tuvo algún tipo de prominencia en el pasado y luego cayó en el estado que se encontraba. Los eruditos bíblicos saben, por la respuesta que da el demonio sobre su nombre, "Legión". Dichas palabras aluden, a que muy probablemente en la vida anterior de aquel hombre, había sido la vida en la milicia y todas las vivencias que en ella hay. Hoy le llamaríamos a esta experiencias SEPT (Síndrome de Estrés Postraumático). Este hombre pudo haberlo intentado todo para salir de su agonía y sufrimiento, pero su única solución fue Jesús. Fue el Maestro el que interceptó el camino de aquel hombre enfermo y gentil, pues era gadareno. Lo interesante de esta historia es la manera en la que reaccionó el gadareno ante su liberación, quería quedarse con Jesús, estar a su lado. Pero, Jesús le invita a que vuelva a los suyos y le cuente lo sucedido (v.39).
¿Qué tienes conmigo?, preguntamos a Dios, cuando éste confronta nuestra vida. Su respuesta será: "quiero darte la verdadera libertad, para que vayas y cuentes a otros lo que he hecho contigo." Gracias Señor.