Nuestra cultura es rica en adivinanzas. Una de
ellas llegó a mis manos durante esta semana, y dice: “¿Qué persona come con los
dientes de otro?... El dentista.” Espero que se hayan reído un poquito. Lo
cierto es que hay muchas personas en el mundo entero que juegan a “A-divinos”.
Con esto me refiero a que hay personas que quieren hacer las veces de Dios. En
el texto que hemos considerado, Pablo y Silas (Hechos 16:16-34) están haciendo
su trabajo evangelizador y una muchacha, con el “talento” de la adivinanza,
comienza a compartir con otros que ellos eran enviados de Dios y que estaban
cumpliendo su voluntad. Este mensaje estuvo compartiéndolo por varios días
hasta que Pablo echó fuera de ella aquel espíritu de adivinación que hacía que
otros la buscaran para beneficiarse de su “don”. Pienso que así mismo sucede
con nosotros en diferentes instancias de la vida, buscamos hacer las veces de
Dios para beneficiarnos y que otros se beneficien. Pidamos a Dios que ese
espíritu sea echado fuera de nosotros. Amén.