Imperativo Irresistible

Texto bíblico: Isaías 2:5

Durante la época navideña hay algunos imperativos que son irresistibles para nosotros. Por ejemplo, las invitaciones para las fiestas de temporada, ¿quién se resiste? Además, cuando se dice que habrá comida, uno piensa en los pasteles, el lechón y el arroz con gandules. Se le hace la boca agua a cualquiera. De hecho, esto es muy parecido al imperative que recibíamos de nuestros padres al momento de pedirnos que recogiéramos el cuarto o realizáramos alguna tarea en la casa. La respuesta es exactamente la misma, sí, claro.
 
En el caso del versículo leído, es importante recorder varios asuntos: (1) El profeta Isaías está hablando a un pueblo que a todas luces no está caminando en pos de Dios. Con esto, quiere resaltar que, ciertamente, el pueblo ha continuado su marcha, pero lo ha estado hacienda siguiendo los distractors del momento, como el nuevo imperio, las nuevas creencias y la nueva cultura. (2) El profeta busca las maneras de que el pueblo en sufrimiento, retome la promesa de Dios hacia ellos a través del padre de las naciones, Abram (Gn. 12:1-3). Un recordatorio importantísimo, a la luz de volver al propósito de Dios para con ellos como pueblo. Caminar a la luz de Dios tenía como fin bendecir a todas las familias de la tierra. (3) Al continuar la lectura del capítulo dos de Isaías, nos daremos cuenta de que el mensajero de Dios exhorta al pueblo a que se reorganice para que, desde su nueva realidad, sea de bendición a otros.
 
Mirando cada una de estas enseñanzas y extrapolándolas a nuestro context, tenemos que afirmarlas y ponderarlas. Siendo Dios aquel que nos llama para formar parte de su gran familia, hemos recibido la exhortación imperativa e irresistible de corresponder en todo y para todo. Por ello, vivamos como los que sabemos que Dios nos sacó de las tinieblas a su luz admirable. Vivamos procurando ser de bendición para con todo aquel que nos rodea. Vivamos eternamente agradecidos a la gracia y el amor de Dios. Su imperative irresistible nos mueve a vivir para Él. Que así nos ayude.